jueves, 3 de febrero de 2011

Los Bulls repiten su fórmula mágica

Una gran estrella, un escudero de lujo y especialistas, la base con la que Chicago busca retomar los éxitos de Jordan
LUISMI CÁMARA | MADRID
El 15 de junio de 1998, Michael Jordan ejecutó su último tiro con la camiseta roja de los Bulls, uno de los tiros más recordados del baloncesto y que dio a Chicago su sexto anillo de campeón. Esa suspensión final de 'his Royal Airness' (su aérea majestad) supuso para la franquicia de la ciudad del viento hollar la cima del éxito, el punto más alto de una década capitalizada por el equipo liderado por el jugador más grande de la historia desde la cancha y por Phil Jackson desde el banquillo.
Otra década le ha costado a los Bulls volver a escalar esa cumbre desde la que se despeñó en 1998. Las operaciones de traspasos, fichajes y elecciones en el draft de los últimos años han permitido repetir la fórmula de los 90: una gran estrella, un escudero y una selección de los mejores especialistas, dirigidos por un técnico con una filosofía clara, aplicada hasta las últimas consecuencias.
Tom Thibodeau es el director de la nueva orquesta roja, un bloque joven que se ha colado con descaro e irreverencia entre los 'gallos' del Este y se postula como la alternativa al poder establecido cuando, allá por el mes de abril, Celtics, Heat y Magic luchen por la plaza de finalista que otorga su conferencia. La frescura con la que puede llegar a la fase decisiva de la campaña frente a rivales con plantillas más veteranas y castigadas le convierten en un rival nada fiable.
De momento, lidera la División Central con 33 victorias y únicamente 14 derrotas, con un juego sólido atrás y brillante y eléctrico en las transiciones.
El recién nombrado mejor técnico de enero en el Este es un especialista defensivo que ayudó a Boston a ganar el anillo en 2008, pero ha sabido transmitir su filosofía de trabajo sin mermar la capacidad ofensiva de sus pupilos.
El nuevo Isiah Thomas
El solista de su banda es el descarado Derrick Rose. El base no es Jordan, si acaso se asemeja más al Isiah Thomas que llevó a los 'bad boys' de Detroit a los dos títulos en la era pre-Bulls. Reconocido con apenas 22 años como un serio aspirante al MVP de la temporada regular -ya cuenta entre sus méritos individuales con una participación en el All Star y con el título de novato del año-, 'Pooh' recuerda al Piston, en sus penetraciones a canasta y en su acertado tiro de media distancia, aunque pierde efectividad en los lanzamientos lejanos. De su mano, Chicago ha vuelto a disfrutar de los 'playoffs'.
El valor añadido este año es Carlos Boozer, el interior de calidad que le faltaba a Thibodeau para completar una pareja de mucho valor junto a Joakim Noah. Empapado del espíritu luchador tras una larga carrera en Utah, el fichaje estrella aporta contundencia, eficacia y rebote, mientras que el hijo del genial tenista francés ha decidido asumir el papel de Rodman, imprescindible en el segundo 'three-peat' de la franquicia, con el que dice tener muy buen 'feeling'.
El sudanés Luol Deng aporta la parte más física del póquer de asesque atesara ahora mismo el conjunto de Illinois. Músculo al servicio del equipo en una liga en la que es necesaria algo más que calidad para alcanzar un nivel superior.
Pese al buen olor que desprenden los nuevos Bulls, quizás este año, con demasiados aspirantes necesitados de triunfos, no sea el más propicio para colgar una nueva bandera del United Center, pero el emblema de la franquicia tuvo que esperar seis años antes de llenarse las mano de anillos.

miércoles, 2 de febrero de 2011

Los achaques del campeón

La veteranía de la plantilla pone en seria duda las opciones de que los Lakers sumen su tercer título consecutivo
Luismi Cámara |Madrid
Cuando Phil Jackson desveló que ésta sería su última temporada como técnico, esperaba cerrar su ya legendaria carrera con un último 'threepeat' (tres campeonatos consecutivos) y dejar en los Lakers una nueva dinastía triunfal. Sin embargo, el Maestro Zen, que con 65 años ha pasado por problemas físicos, trasplantes de caderas incluidos, parece haber trasladado los achaques que le obligan a la retirada a un equipo que se ha hecho mayor con él.
Diez de los componentes del 'roster' angelino - la lista de catorce jugadores con los que cuenta el entrenador- ya han cumplido los treinta. Y lo que es peor, su columna vertebral acumula muchas batallas que comienzan a hacer mella en su rendimiento.
Entre Kobe Bryant, Pau Gasol, Lamar Odom, Ron Artest y Derek Fisher suman 59 campañas en la NBA y 4.351 partidos. Sólo Andrew Bynum, de 23 años, y Shannon Brown, de 25, aportan frescura a la rotación de los púrpura y oro, aunque las lesiones continuas del pívot titular añaden una preocupación más a la franquicia.
La irregular campaña del equipo está recibiendo duras críticas que hablan de conformismo, falta de intensidad, desidia y cierta arrogancia en el comportamiento de los pupilos de Jackson. Entre valoraciones subjetivas se cuelan los análisis técnicos que evidencian que la defensa del campeón ya no es lo que era. A pesar de que Artest y Kobe han aparecido entre los mejores defensores de la liga año tras año y su pareja interior es una de las más intimidadoras, las grietas en la quilla angelina se hacen cada vez más grandes cuando se trata de proteger la canasta propia.
Incluso Jerry West, el 'logo' de la NBA y uno de los mitos de los Lakers, ya ha asumido que el periodo de bonanza comienza a tocar a su fin y que la defensa no da para más porque las piernas de los jugadores ya no se mueven con tanta rapidez, lastradas por el peso de los años.
De hecho, tras un inicio de campaña fulgurante, con ocho victorias consecutivas y un Pau Gasol brillando como la gran estrella de la liga, sólo tres meses después, el runrún que se escucha es que a los Lakers les faltará el fuelle cuando se juegue el título de verdad, que no aguantarán los 82 partidos y hasta un máximo de 28 choques más de playoffs que tendrían que completar para convertirse en campeones del mundo.
El fondo de armario angelino se ha renovado con jugadores de calidad, aunque demasiado veteranos, que se alejan de la solución perfecta en caso de lesiones. Así, Joe Smith (35 años) y Theo Ratliff (37) han disfrutado de una próspera carrera, con quince temporadas cada uno en la mejor liga del planeta, pero sólo se les espera en momentos puntuales.
Rivales renovados
La comparación con los rivales por el título puede resultar hasta sangrante. Boston, Miami y San Antonio han hecho los deberes al afrontar la renovación de sus equipos al principio de la campaña.
Los Celtics, el paradigma en los últimos tiempos de franquicia que ficha jugadores de larga y triunfal trayectoria buscando resultados inmediatos, sólo cuenta con seis miembros de la plantilla por encima de los 30 años. Es verdad que Allen, Pierce o Kevin Garnett son la estructura que sustenta un vestuario ganador, pero cuentan con recambios jóvenes y preparados en su banquillo y con el singular Rajon Rondo (24 años) dirigiendo las acciones de sus compañeros.
En el máximo rival de los de Jackson en el Oeste, Duncan, Ginóbili, Antonio McDyess y Matt Bonner forman el cuarteto veterano que lidera a unos Spurs que dominan la liga y que ficharon al exACB Splitter como recambio del jugador franquicia texana como parte de un proceso regenerador.
Por último, el gran agitador del mercado, los Heats, cambiaron la estructura de su equipo con la incorporación de Lebron James y Bosh para sumarlos al talento de Wade. Aunque nueve de sus jugadores pasan de los 30, su trío de estrellas asegura 70 puntos y 22 rebotes por noche y aún les aguarda una larga carrera por delante.