miércoles, 2 de febrero de 2011

Los achaques del campeón

La veteranía de la plantilla pone en seria duda las opciones de que los Lakers sumen su tercer título consecutivo
Luismi Cámara |Madrid
Cuando Phil Jackson desveló que ésta sería su última temporada como técnico, esperaba cerrar su ya legendaria carrera con un último 'threepeat' (tres campeonatos consecutivos) y dejar en los Lakers una nueva dinastía triunfal. Sin embargo, el Maestro Zen, que con 65 años ha pasado por problemas físicos, trasplantes de caderas incluidos, parece haber trasladado los achaques que le obligan a la retirada a un equipo que se ha hecho mayor con él.
Diez de los componentes del 'roster' angelino - la lista de catorce jugadores con los que cuenta el entrenador- ya han cumplido los treinta. Y lo que es peor, su columna vertebral acumula muchas batallas que comienzan a hacer mella en su rendimiento.
Entre Kobe Bryant, Pau Gasol, Lamar Odom, Ron Artest y Derek Fisher suman 59 campañas en la NBA y 4.351 partidos. Sólo Andrew Bynum, de 23 años, y Shannon Brown, de 25, aportan frescura a la rotación de los púrpura y oro, aunque las lesiones continuas del pívot titular añaden una preocupación más a la franquicia.
La irregular campaña del equipo está recibiendo duras críticas que hablan de conformismo, falta de intensidad, desidia y cierta arrogancia en el comportamiento de los pupilos de Jackson. Entre valoraciones subjetivas se cuelan los análisis técnicos que evidencian que la defensa del campeón ya no es lo que era. A pesar de que Artest y Kobe han aparecido entre los mejores defensores de la liga año tras año y su pareja interior es una de las más intimidadoras, las grietas en la quilla angelina se hacen cada vez más grandes cuando se trata de proteger la canasta propia.
Incluso Jerry West, el 'logo' de la NBA y uno de los mitos de los Lakers, ya ha asumido que el periodo de bonanza comienza a tocar a su fin y que la defensa no da para más porque las piernas de los jugadores ya no se mueven con tanta rapidez, lastradas por el peso de los años.
De hecho, tras un inicio de campaña fulgurante, con ocho victorias consecutivas y un Pau Gasol brillando como la gran estrella de la liga, sólo tres meses después, el runrún que se escucha es que a los Lakers les faltará el fuelle cuando se juegue el título de verdad, que no aguantarán los 82 partidos y hasta un máximo de 28 choques más de playoffs que tendrían que completar para convertirse en campeones del mundo.
El fondo de armario angelino se ha renovado con jugadores de calidad, aunque demasiado veteranos, que se alejan de la solución perfecta en caso de lesiones. Así, Joe Smith (35 años) y Theo Ratliff (37) han disfrutado de una próspera carrera, con quince temporadas cada uno en la mejor liga del planeta, pero sólo se les espera en momentos puntuales.
Rivales renovados
La comparación con los rivales por el título puede resultar hasta sangrante. Boston, Miami y San Antonio han hecho los deberes al afrontar la renovación de sus equipos al principio de la campaña.
Los Celtics, el paradigma en los últimos tiempos de franquicia que ficha jugadores de larga y triunfal trayectoria buscando resultados inmediatos, sólo cuenta con seis miembros de la plantilla por encima de los 30 años. Es verdad que Allen, Pierce o Kevin Garnett son la estructura que sustenta un vestuario ganador, pero cuentan con recambios jóvenes y preparados en su banquillo y con el singular Rajon Rondo (24 años) dirigiendo las acciones de sus compañeros.
En el máximo rival de los de Jackson en el Oeste, Duncan, Ginóbili, Antonio McDyess y Matt Bonner forman el cuarteto veterano que lidera a unos Spurs que dominan la liga y que ficharon al exACB Splitter como recambio del jugador franquicia texana como parte de un proceso regenerador.
Por último, el gran agitador del mercado, los Heats, cambiaron la estructura de su equipo con la incorporación de Lebron James y Bosh para sumarlos al talento de Wade. Aunque nueve de sus jugadores pasan de los 30, su trío de estrellas asegura 70 puntos y 22 rebotes por noche y aún les aguarda una larga carrera por delante.

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