jueves, 17 de enero de 2008

Los problemas de colgar un cuadro (y II)

¡Ya tengo la escarpia!
Ayer se me ocurrió pasar por una ferretería para poder colgar el famoso cuadro que me quedó pendiente el pasado fin de semana.
Pido una escarpia.
- ¿De qué tamaño la quería?
- ¿Que de qué tamaño? Yo qué sé. Del estándar, digo yo...
- Según el taco tendrá que coger una u otra.
- ¿Qué le parece 'mecagüentóloquesemenea'? ¿Qué me da por este taco? (Esto no lo dije, pero me quedé con las ganas).
- Puede ser del 6, del 7, del 8,...
- Del 8 (el 8 es un notable alto, no puede ser malo, pensé yo).
- ¿El taco es blanco o gris?
- Joder, joder. ¿También depende del color del taco? Creo que blanco.
- Pues aquí tiene dos tipos, cualquiera de los dos le vale.
Cojo uno, al azar. Me voy a casa con una cajita de no sé cuántas escarpias para un taco blanco del 8.
...y hasta aquí la nueva parte de la historia. Cuando llegué a casa no me atreví a mirar si los tacos que tenía se correspondían con las escarpias que había comprado. Mira que si no se corresponden... ¿Que compro? ¿los tacos que valen para las escarpias, las escarpias valen para los tacos, otros tacos y otras escarpias...?
Mejor lo dejo para el fin de semana, que tengo más tiempo.
Esto no es para mí... Estoy por llamar al técnico...
(Continuará)

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me tienes con un nudo en el estómago, ¿qué va a pasar con ese cuadro?, esto me engancha más que 'Sin tetas no hay paraíso. No puedo esperar al lunes...